Opinión | El PAN en Guanajuato: ¿Al borde del colapso político?

Por Redacción Opinión

El panismo en Guanajuato atraviesa quizá uno de los momentos más críticos de su historia reciente. Lo que durante décadas fue un bastión sólido y orgulloso en el mapa político nacional, hoy parece fracturarse desde sus propias entrañas. Las señales son claras, los desencuentros son públicos y el tiempo, para algunos liderazgos, parece haberse agotado.

La inminente salida de la alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez, de las filas del PAN —como lo han señalado diversos medios, particularmente Zona Franca— sería apenas la punta del iceberg de una crisis profunda. Desde 2023, Gutiérrez marcó distancia con la dirigencia estatal después de ser excluida incluso de la contienda interna para la gubernatura. Años después, ese distanciamiento parece haberse convertido en ruptura inminente.

Una dirigencia cuestionada y un partido dividido

El reto más grande para Acción Nacional recae hoy sobre su presidente estatal, Aldo Márquez, quien asegura haber llegado para recomponer al partido, aunque su propia legitimidad sigue siendo cuestionada. Él y Juanita de la Cruz se afianzaron en la dirigencia después de una serie de impugnaciones y recursos, pero sin un proceso abierto ni consensuado por la militancia. Ese origen, poco claro para muchos panistas, ha dejado heridas que no terminan de cerrar.

Márquez también ha optado por minimizar los conflictos internos. Calificó como “caprichosos” a grupos de Pénjamo y otros municipios que formaron planillas alternas para disputar dirigencias locales. Y aunque él ha presumido tener una relación “excelente” con figuras como Gutiérrez y otros liderazgos históricos, la realidad en el terreno político dice lo contrario: falta de diálogo, falta de escucha y una marcada preferencia por un círculo reducido de aliados.

La molestia entre militantes no es menor. Muchos se sienten desplazados, ignorados o descalificados, particularmente aquellos que no cuentan con “cuotas económicas”, como el propio Márquez ha insinuado. Ese distanciamiento entre la base y la cúpula podría convertirse en un problema irreversible si no se atiende con seriedad.

El riesgo de un desplome histórico

Si Alejandra Gutiérrez decide finalmente abandonar el PAN, el golpe sería simbólico, mediático y estratégico. Hablamos de una de las figuras más visibles del partido en el estado y de una de las alcaldías más importantes del país. Pero más allá de su salida, el verdadero riesgo está en el mensaje que esto enviaría: el panismo guanajuatense ya no es capaz de retener ni a los suyos.

La comparación con Morena es inevitable. Mientras Acción Nacional presume tener poco más de 17 mil militantes registrados, su rival político supera ya los 300 mil solo en Guanajuato. La diferencia no es menor; es abismal. Y cerrar los ojos ante ello podría significar la caída más dura que el panismo haya enfrentado en décadas.

El peso de esta crisis, para bien o para mal, recaerá sobre Aldo Márquez. Si no logra recomponer la relación con Gutiérrez y con todos los grupos inconformes, su liderazgo será recordado como el del declive. Pero si consigue reconstruir puentes, escuchar a la militancia y unificar al partido, podría convertirse en una figura clave para el futuro del PAN.

Conclusión: Semana decisiva para el panismo guanajuatense

Lo que ocurra en los próximos días será determinante. El rumbo del PAN en Guanajuato podría definirse esta misma semana con una decisión que traería repercusiones profundas.

¿Será este el inicio del derrumbe o el punto de inflexión para una renovación real?

Pronto lo sabremos.