Asamblea del PAN en Abasolo: Brilla el ausentismo y se corona la “unidad”

“PAN en Abasolo: la unidad con el 25% de asistencia incluida”

Abasolo, Gto. – El pasado domingo, el PAN de Abasolo se reunió para “fortalecer la unidad” y “renovar liderazgos”. El resultado: una asamblea donde lo más notorio fue la ausencia de la mayoría de sus militantes, el voto de unos cuantos y la repetida puesta en escena de que todo está bajo control… aunque apenas el 25% de los consejeros se tomó la molestia de aparecer.

En medio de este paisaje semivacío, Saúl Hernández Martínez fue electo como nuevo dirigente del Comité Ejecutivo Municipal. A su lado, y con el entusiasmo de los pocos presentes, fueron electos consejeros estatales Emily Zaragoza, Briseida Magdaleno, Víctor Hugo Soria (desde Pénjamo) y André García. Todo, por supuesto, “por mayoría”… de los que sí fueron.

Lo que realmente llamó la atención fue la lista VIP de asistentes: familiares de algunos candidatos y, qué casualidad, empleados del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Abasolo. Porque nada dice “democracia interna” como votar bajo la sombra de la nómina.

Los grandes ausentes pintaron aún más clara la escena de desunión. Ni el regidor José Luis Neri (al parecer ahora más cómodo en brazos del morenismo que con quienes lo pusieron en la regiduría), ni José Luis Orozco, esposo de Emily, ni Abel Gallardo, Samuel Amezola, Alejandro Alcántara, Juan Gabriel Villafaña, Rigo Gallardo y compañía se aparecieron. Una pasarela de sillas vacías que habló más que cualquier discurso.

Para coronar la jornada, el orden del día puso la cereza en el pastel: primero se eligieron consejeros estatales y, cuando tocó el turno de “elegir” al comité de unidad —con una sola planilla registrada, claro—, varios presentes se levantaron y se retiraron sin molestarse en votar. Vaya símbolo de “unidad”.

En su intervención, Briseida Magdaleno usó un minuto para hablar de la maravillosa planilla encabezada por Hernández, y los otros dos para autopromocionarse rumbo a la candidatura municipal de Abasolo. Al menos alguien aprovechó bien el tiempo.

Mientras tanto, desde el comité estatal se apresuraron a ponerle barniz a la crisis. Según ellos, el PAN vivió una “participación histórica” y un “ánimo sin precedentes”. Claro, porque nunca antes había habido tanto entusiasmo por elegir a los que ya estaban elegidos.

La realidad, sin embargo, parece otra: el ausentismo brilla, la unidad se desmorona y la militancia sigue siendo rehén de unos cuantos. Pero en el PAN, Abasolo sigue siendo el escenario perfecto para demostrar que menos siempre es más… sobre todo cuando se trata de democracia interna.