PAN en Pénjamo: la asamblea del ausentismo y la imposición

Pénjamo, Gto.– Los panistas penjamenses demostraron este domingo que, cuando se trata de participar en la vida interna de su partido, la apatía es reina y señora. Con un padrón de 758 militantes, apenas 266 se dignaron aparecer en la asamblea, dejando un raquítico menos del 30% de participación. Sí, menos del 30%. Ni en las rifas escolares hay tan poca asistencia.

La joya de la corona: solo se permitió competir a una planilla para la dirigencia municipal. O sea, elección de uno, con el público bostezando. ¿Resultado? Un “triunfo” sin competencia, tan legítimo como un examen contestado con las respuestas en la banca.

La planilla encabezada por Miguel Herrera se quedó con la dirigencia local, pero el sabor a imposición es innegable. Y más cuando, según números internos solo Miguel  de 2021 a 2025 registró a 200 panistas activos; es decir, votaron los mismos que él registró. 

Pero las preguntas incómodas no se acaban ahí:

• ¿Dónde quedó el arrastre de la secretaria Isabel Magaña, que venía del grupo de Juan José García?

• ¿Y Michel Zavala con su séquito?

• ¿Y Maru Eugenia Elizarrarás, que en otros tiempos presumía liderazgo?

• ¿Y Aurora Ramírez, recién salida del Instituto de la Juventud?

Si cada uno de los 14 integrantes hubieran llevado 30 miembros, hubieran sido más participantes. Pero no, al parecer ni sus propios contactos de WhatsApp les respondieron el mensaje. De qué sirve ser parte de un equipo si no aportas nada?

La conclusión es clara: el PAN en Pénjamo enfrenta crisis, fragmentación y agandalle político. Y mientras sus liderazgos juegan a las sillas musicales, la verdadera preocupación es quién le hará frente a la maquinaria electoral de Morena, que sigue avanzando sin que los azules logren articular una oposición digna.

Por ahora, lo único evidente es que el “blanquiazul” en Pénjamo luce más descolorido que nunca.